- Gestionar las reservas exteriores oficiales que los estados de la zona euro han puesto en común a través del BCE. También presta dinero a la banca privada al tipo de interés que venga determinado por su política monetaria, al tiempo que controla e interviene en el mercado interbancario.
- Supervisa el cumplimiento de la normativa específica por parte de las entidades de crédito y los mercados financieros.
- Dictar normas para el ejercicio de sus funciones es lo que se conoce como “circulares monetarias”, que son las normas referidas a la política monetaria y que aparecerán publicadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Si no se refieren a política monetaria se denomina solo “circulares” y también aparecen publicadas en el BOE.
- Poseer y gestionar las reservas oficiales de divisas de los países de la zona euro.
- Cooperación internacional y europea. El BCE mantiene estrechas relaciones de cooperación con las instituciones, organismos y foros pertinentes, tanto en el ámbito interno de la UE como en el ámbito internacional, siempre que lo requieren las funciones asignadas al Eurosistema.
Con respecto a los OBJETIVOS, el primordial será mantener la estabilidad de precios, “sin perjuicio de este objetivo, el SEBC apoyará las políticas generales de la Comunidad con el fin de contribuir a la realización de los objetivos comunitarios establecidos en el artículo 2”. (Apartado 1 del artículo 105 del Tratado)
Los objetivos de la Unión (artículo 2 del Tratado de la Unión Europea) son un alto nivel de empleo y un crecimiento sostenible y no inflacionista.
Pero también procurara cumplir cada una de sus funciones con resultados positivos o los más positivos posibles.
El Banco Central Europeo se ha comprometido a llevar a cabo con efectividad todas las tareas de banca central que le han sido encomendadas. Se esfuerza por alcanzar el máximo nivel de integridad, competencia, eficiencia y transparencia. Por ello sigue una política de transparencia que consiste en facilitar tanto al público como a los mercados toda la información de importancia sobre su estrategia, evaluación y decisiones de política monetaria, así como sobre sus procedimientos de una forma abierta, clara y oportuna.
El BCE concede una alta prioridad a la comunicación efectiva con el público ya que esto lleva a una mayor compresión por parte de este que da lugar a una mayor credibilidad y eficacia por parte del banco central europeo.
Para mantener la legitimidad, todo banco central independiente debe rendir cuentas de su gestión en el ejercicio de su mandato ante las instituciones democráticas y los ciudadanos. El BCE tiene una obligación de información precisa, establecida en el artículo 15 de sus Estatutos.
De acuerdo con los Estatutos, el BCE deberá publicar informes trimestrales sobre las actividades del Eurosistema, así como un estado financiero consolidado semanal. Tiene que presentar además un informe anual sobre sus actividades y sobre la política monetaria del año anterior y del año en curso, que ha de remitir al Parlamento Europeo, al Consejo de la UE, a la Comisión Europea y al Consejo Europeo.
Con el fin de cumplir lo que exigen los Estatutos, el BCE publica
- un Boletín mensual;
- un Estado Financiero Consolidado Semanal; e
- Informes anuales.
Adicionalmente, el BCE elabora otras publicaciones relacionadas con distintos aspectos de sus funciones.
Por otro lado destacar que el capital del BCE procede de los bancos centrales nacionales (BCN) de todos los Estados miembros de la UE y asciende a 5.760.652.402,58 euros. Las participaciones de los BCN en este capital se calculan utilizando una clave que refleja la participación de los respectivos países en la población y en el producto interior bruto de la UE, con igual peso. El BCE ajusta las participaciones cada cinco años o cuando un nuevo país se adhiere a la UE en base a los datos suministrados por la Comisión Europea.
Desde el inicio de la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria el 1 de enero de 1999, la clave de capital se ha modificado en cuatro ocasiones: se efectuaron ajustes quinquenales el 1 de enero de 2004 y el 1 de enero de 2009; y se realizaron nuevos ajustes el 1 de mayo de 2004 (con motivo de la adhesión de Chipre, Eslovenia, Eslovaquia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y República Checa) y el 1 de enero de 2007 (cuando Bulgaria y Rumanía se incorporaron a la UE).
MEDIDAS ADOPTADAS POR EL BCE FRENTE A LA CRISIS
Son tres los factores que han determinado los planes de actuación del BCE antes la crisis, fundamentalmente_
- Combatir la elevada inflación.
- Solventar el deterioro de la economía en su conjunto.
- Hacer frente a la crisis del sistema financiero.
Para conseguir alcanzar las metas del BCE se han seguido políticas monetarias expansivas con tipos de interés muy bajos en comparación con las políticas monetarias llevadas por el Banco durante los años anteriores en los que los tipos apenas sufrían modificaciones o en caso de producirse eran bastante discretas. Esta política estaba acorde con la bonanza económica anterior a la crisis. Su función era la de contención de la “euforia” económica. Desde que el BCE decidió intervenir hasta la actualidad los tipos de interés han acabado rondando el 1% y las subastas de liquidez al sistema bancario han sido casi ilimitadas.
Se habla de una hipotética situación estable en la economía española, atendiendo a su deuda pública externa, la cual es sustancialmente más baja que otros países de la zona euro, como Alemania o Francia. Sin embargo el problema de España, y no de estos países, no es la cantidad de deuda que soporten, sino el riesgo de imposibilidad de pagarla. Es precisamente por este hecho que la financiación de España es mucho más cara que los demás países mencionados, fijándose la diferencia en más de 3% más de interés.
Este hecho aunado al estado del desempleo en España, hacen de los inversores un campo con pocos incentivos donde invertir.
Asimismo, los propios bancos españoles, sabedores de esta situación, prefieren prestar dinero al Estado español, bajo un interés ciertamente alto, que prestarlo a las empresas o familias, al interés fijado por el Euribor oficial, ya que les saldría mucho menos rentable.
Esta situación finaliza en un bucle o ciclo vicioso en el que el Estado no se puede financiar de sus contribuyentes y debe pedir dinero, pero como los inversores extranjeros no confían en España, han de ser los propios bancos españoles (movidos por si propio interés, sea dicho) los que financien la deuda pública, para dejar a de financiar a los contribuyente que deberían hacerlo.
Aquí es donde entra (en las últimas semanas) el BCE que ha iniciado un programa de compra de bonos de Estado para poder dar financiación de la deuda de los países que más lo necesiten.
Todo ello dejando al margen los hipotéticos rescates que el Estado deber hacer si alguna entidad financiera se desplomase, como ya ha ocurrido.
Otra de las medidas adoptadas por el BCE ha sido la inyección de liquidez a los mercados, mediando el sistema financiero. La operación se inició bajando los tipos de interés, para que estos puedan prestar más dinero, y que haya más cantidad en circulación.
El BCE ha estado atendiendo las demandas de liquidez de los mercados íntegramente desde que la crisis financiera se intensificó a finales de 2008, con la intención de minimizar la desconfianza entre las entidades y mantener la fluidez del crédito a empresas y familias.
El BCE anunció en su medida liquidez ilimitada para los bancos europeos, cuando normalmente las ayudas a los bancos de conceden mediante subasta.
En medio de la crisis, y ante la necesidad de corregir el funcionamiento defectuoso de los mercados, el BCE optó por modificar el procedimiento de las subastas, y pasó al denominado full allotment (adjudicación total), mediante el cual se adjudican todas las peticiones a un tipo determinado. El exceso de liquidez es absorbido, en su caso, por la facilidad de depósito, pero a un tipo penalizador.
El BCE ha anunciado que el full allotment es una medida excepcional, que se levantará en cuanto los mercados se vayan normalizando.
El riesgo es que una retirada prematura de esta política, sin que los mercados estén totalmente normalizados, pueda suponer una competencia feroz por la liquidez, que podría elevar los tipos de interés indebida y prematuramente.
Por otra parte también es notable el daño producido por la crisis al BCE como institución, ganándose las criticas del FMI por sus actuaciones como la de la inyección de liquidez en Europa.
MODIFICACIONES QUE HA PROPUESTO EL BCE Y COMO LE HAN RESPONDIDO EL RESTO DE BANCOS
En el contexto europeo, el PIB de la Zona Euro experimentó un retroceso del 4,7 por ciento en el segundo trimestre del año en comparación con el mismo periodo del año anterior, una décima menos que el del conjunto de la Unión Europea. Si nos referimos a las principales economías de la Unión, la alemana registró una reducción del 5,9 por ciento, Francia, del 2,6 por ciento, Italia, del 6 por ciento y Reino Unido, del 5,5 por ciento. Podemos mencionar también que Estados Unidos se contrajo un 3,9 por ciento y Japón un 6,5 por ciento. Sin embargo, en términos trimestrales, resulta alentador el hecho de que Alemania, Francia y Japón alcanzasen ya un crecimiento modesto, del 0,3 por ciento en los dos primeros casos y del 0,9 en el tercero.
En cuanto a España, el PIB retrocedió en el segundo trimestre un 4,2 por ciento interanual, debido a la contracción de la demanda nacional, que restó 7,3 puntos al crecimiento, mientras que la demanda externa amplió su contribución positiva al crecimiento, que fue de 3,1 puntos. En términos intertrimestrales, aunque el PIB disminuyó un 1,1%, registrándose con ello cinco trimestres consecutivos de contracción económica, frenó su ritmo de caída en cinco décimas.
En cuanto a España, el PIB retrocedió en el segundo trimestre un 4,2 por ciento interanual, debido a la contracción de la demanda nacional, que restó 7,3 puntos al crecimiento, mientras que la demanda externa amplió su contribución positiva al crecimiento, que fue de 3,1 puntos. En términos intertrimestrales, aunque el PIB disminuyó un 1,1%, registrándose con ello cinco trimestres consecutivos de contracción económica, frenó su ritmo de caída en cinco décimas. Las causas de la reducción de la demanda nacional radican, en primer lugar, en el descenso del consumo de los hogares, un 5,9 por ciento, ligado a la evolución del empleo; en segundo lugar, en la fuerte disminución de la inversión en capital fijo, del 17 por ciento, lastrada por todos sus componentes. Concretamente, la inversión en bienes de equipo se redujo un 28,9 por ciento, 4,7 puntos más que en el trimestre anterior, y la inversión en construcción, un 12 por ciento, medio punto más. De esta última, es preciso distinguir entre el aumento de la obra en infraestructuras, del 1,2 por ciento, impulsada por la inversión pública, y la reducción de la inversión residencial atendiendo a los datos suministrados por el Banco de España, se observa una corrección en los desequilibrios exteriores, con una reducción del déficit acumulado de la balanza por cuenta corriente en los seis primeros meses de 2009de más de un 41 por ciento, respecto al mismo periodo de 2008.
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